El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acaba de publicar el estudio titulado «Medir la evolución de la Música Popular occidental contemporánea» (Measuring the Evolution of Contemporary Western Popular Music) . En el han analizado casi medio millón de canciones compuestas desde 1955 hasta 2010, llegando a la conclusión que la música tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades
La música popular es una expresión cultural clave que ha captado la atención de los oyentes durante mucho tiempo. Muchas de las regularidades estructurales subyacentes discurso musical están aún por descubrir y, en consecuencia, se desconoce oficialmente su evolución histórica. Aquí nos revelan una serie de patrones y métricas de caracterizar el uso genérico de primarias facetas musicales como tono, timbre y sonoridad de la música popular occidental contemporánea. Muchos de estos patrones y métricas han sido consistentemente estables durante un período de más de cincuenta años. Sin embargo, se demuestra importantes cambios o tendencias relacionadas con la restricción de las transiciones de la echada, la homogeneización de la paleta tímbricas y los crecientes niveles de sonoridad. Esto sugiere que nuestra percepción del nuevo podría basarse en estos cambiantes características. Por lo tanto, una cantinela perfectamente podría sonar novela y moda, siempre que consistió en común progresiones armónicas, cambió la instrumentación y aumentó el volumen medio.
El estudio, elaborado por los expertos Joan Serrà, Álvaro Corral, Marián Boguñá, Martín Haro y Josep Ll. Arcos, resuelve que un elevadísimo porcentaje de las canciones actuales son muy predecibles, que detrás de una nota es sencillo adivinar cuál vendrá después, y que en los últimos 55 años, las transiciones entre acordes han disminuido de tal modo, que dicha simpleza se compensa con tocar más alto. Partiendo de la comparación de que los parámeros musicales en virtud de los cuales se construye una canción son como palabras de un texto, en la música contemporánea cada vez hay menos palabras diferentes, viene a decir el CSIC.
Ya lo contaba hace un tiempo en este vídeo en el que con mucho sarcasmo y humor nos desarrolla un monólogo cantado y tocado a guitarra.
En el que nos demuestra que (aparte del cuento de su odio a Pachebel) todas las canciones actuales están basadas en las mismas 8 notas y en los mismos acordes.
Muy bien contado y teatralizado, en definitiva divertidísimo (en inglés con subtítulos en español)